en la bienal de sao paulo

Brasil lleva un tiempo preparándose para la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 y ha obtenido hace unas semanas la organización de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro. Son dos eventos excepcionales que van, sin duda, a tener un impacto considerable en las ciudades donde se celebren. Se impone, por tanto, la necesidad de canalizar adecuadamente las energías y los recursos que se van a generar y hacerlos revertir en mejoras substanciales para sus ciudades. Esa preocupación está precisamente en el origen de un seminario que se celebra en el marco de la Bienal de Arquitectura de Sao Paulo, recientemente inaugurada.

En su sesión de apertura, y compartiendo palestra con el arquitecto y urbanista portugués Nuno Portas –que habló sobre la Expo de Lisboa-, tuve ocasión de exponer cómo la ciudad de Barcelona se preparó para los Juegos Olímpicos del 92 y sobre el impacto que éstos tuvieron en el desarrollo urbano de la ciudad. La necesidad de un proyecto de ciudad preexistente, la clara identificación de los elementos que establecen la coherencia entre el acontecimiento excepcional y las previsiones generales, o la visión de futuro hacia la cual hacer bascular las intervenciones, fueron algunos de los elementos que aparecieron recurrentemente, tanto durante nuestras intervenciones como en el posterior debate con el público, moderado por Gilberto Dimenstein, conocido periodista de la televisión brasileña.