The old Nelca factory in Lendelede, West Flanders, closed its doors leaving 10 hectares of unused land not far from the town centre, in an area of scattered housing and large open spaces.
The
recovery of this site will involve demolishing almost all of the
existing factory buildings and decontaminating the land. Planned
construction includes a new business park to continue economic
activity and a new
residential fabric to extend the existing one. It also envisages the
creation of a green structure to join up the various landscape
elements and, to the west, the construction of a new approach road.
This programme will be complemented by the rainwater collection pools
needed to retain runoff and prevent flash flooding.
The
business park is laid out along a line running perpendicular to
Stationstraat that connects the large premises at the centre of the
site and creates a car park for the only factory building to be
maintained. The smaller premises are ranged along the new road to the
west, which winds between the existing trees. A series of
medium-sized premises is situated on the south side of the street.
A
public space overlooking Stationstraat forms an approach, designed
like a carpet, finished off with a linear stretch of water. This body
of water acts as a retention pond and organizes the difference in
level with the three buildings that house offices and professional
studios, forming the façade of the business park. The housing
programme is implanted to either side of this public carpet,
modulating to ease the transition between the larger existing
residential units to the west and the row housing that shapes Emiel
Neirynckstraat, situated to the east.
La antigua
fábrica Nelca, en Lendelede, Flandes occidental, cerró sus puertas
dejando un terreno de 10 ha sin uso, a poca distancia del centro del
núcleo urbano, en un territorio residencial disperso y amplios
espacios libres.
La recuperación de este territorio obligará a derribar prácticamente la totalidad
de las naves fabriles existentes y a descontaminar el terreno. En él
está previsto implantar un nuevo parque de negocios destinado a
mantener la actividad económica y un nuevo tejido residencial que dé continuidad al
existente. También se prevé crear una estructura verde que vincule
los elementos paisajísticos presentes y, en su lado occidental,
abrir una nueva vía de acceso rodado. Este programa deberá ser
complementado por las necesarias balsas de recogida de agua de lluvia
que actúen con carácter retenedor y eviten las aportaciones
torrenciales al río.
El
parque de negocios se articula a lo largo de un eje perpendicular a
la Stationstraat que aglutina las naves de mayor dimensión en el
centro del solar y crea el aparcamiento para la única de las naves
que se mantiene. Las naves más pequeñas se organizan a lo largo del
nuevo vial a poniente, el cual sigue una geometría ondulante que
respeta al máximo el arbolado existente. Un conjunto de naves
intermedias se sitúa al lado sur de la calle.
Dando
frente a la Stationstraat se organiza un espacio público de acceso
que se plantea como una alfombra continua rematada por una lámina
lineal de agua. Ésta actúa de balsa de retención y articula el
desnivel con los tres edificios destinados a alojar oficinas y
estudios profesionales, los cuales constituyen la fachada del parque
de negocios. A lado y lado de esta alfombra pública se implanta el
programa de vivienda, el cual se modula para hacer la transición
entre las grandes piezas residenciales existentes al oeste y las
viviendas en hilera que dan forma a la calle Emiel Neirynckstraat,
situado al este.